27-01-2023

Municipalidades y productores de Áncash deben ayudar a controlar plaga de mosca de la fruta

Senasa realiza exhortación y SEDIR recorre campos de mango del distrito de Moro

“El apoyo de las municipalidades y el trabajo constante de los productores es vital para controlar la plaga de la mosca de la fruta”, remarcó la directora ejecutiva del Servicio Nacional de Sanidad Agraria (Senasa) de Áncash, Nelly Wilca. La funcionaria explicó que las municipalidades distritales y provinciales podrían usar parte de sus presupuestos para financiar labores de erradicación de la mencionada plaga, mientras que los agricultores deberían poner mayor énfasis en el recojo y entierro de la fruta malograda.

Wilca señaló que desde su institución se coordina constantemente con los comités de sanidad agraria locales, conformado por agricultores, para erradicar la mosca de la fruta que daña seriamente cultivos de exportación como el mango.

El Servicio para el Desarrollo Integral Rural (SEDIR), institución que brinda soporte técnico y capacitación a pequeños productores, ha recorrido varios campos de producción de mango para constatar el trabajo que desarrollan los agricultores. “La falta de agua (producto de la sequía) ha generado el aborto (caída) de bastante fruta de mango, pero lo estamos recogiendo y enterrando para controlar la mosca de la fruta. Además, he colocado varias trampas (envases de plástico con insumos que atraen al insecto y lo matan)”, señaló a SEDIR Santiago Rojo, productor del distrito de Moro, región Áncash.

SEDIR incluso ha ayudado al Senasa con la contratación de personal para hacer los respectivos monitoreos de campo.  La campaña de cosecha en Áncash inició la semana pasada en la provincia de Casma, mientras que en abril recién se hará lo propio en Moro y en todo el valle de Nepeña.



Mosca dañina

La mosca de la fruta (Ceratitis capitata) es una de las principales plagas que dañan la fruticultura y en especial al mango que se produce en Áncash. La mosca hembra puede dejar hasta 12 huevos debajo de la cáscara del fruto que, luego, se convertirán en larvas de forma alargada color blanco o blanco amarillento. Las larvas se alimentan de la fruta hasta podrirla y, después, se transforman en pupa en forma de cápsula cilíndrica para finalmente convertirse en mosca adulta que buscará agua y alimentos azucarados para vivir. Todo el ciclo biológico de la mosca de la fruta puede durar hasta 27 de días de acuerdo a las condiciones de temperaturas.

Por todo eso la importancia de que el producir realice labores culturales como el recojo y entierro de las frutas caídas para controlar una plaga que puede generar importantes daños económicos.


El Senasa coloca hasta 2 trampas oficiales por cada hectárea y en cada monitoreo, según la propia entidad, solo se deben encontrar 2 moscas de la fruta para que el productor logre la certificación de su campo. El agricultor también puede instalar trampas domésticas con insumos químicos o con preparados caseros de acuerdo a su economía o disponibilidad de materiales.